16.9.10

Siempre ahogo mis sensaciones, mis deseos, mis sentimientos, mis miserias y mis alegrías. Lo suprimo todo, eternamente. Porque es menos doloroso dejar de sentir, pero no me doy cuenta que toda esa paz superficial es trágica dentro de mi. Esa maldita manía de creer que todo está bien, es que mi cabeza escucha y entiende lo que necesita, todo según le convenga, pero no puedo evitarlo.