15.7.11

Para llegar a ser como antes necesito de tu inspiración.

Fue desde el primer día que elegí dar todo de mi, poner todas mis ganas, mis fuerzas, mi fe, mi corazón en esta nueva etapa de mi, nuestra, vida. Y con el tiempo fui entragandote todo de mi para que lo manejaras a tu antojo, sólo con una condición: lograr tu felicidad, y que así vos me hicieras feliz a mi. Pero algo hice mal, sí. Todo hice mal. Y me culpo, me castigo, a veces me arrepiento. Creamos dos monstruos incapaces de valerse por si mismos. Y se que no es por ese motivo que hay algo más fuerte, algo que no te permite escapar, algo que me ata y me manipula. Me domina, no me deja pensar, me anula y sólo hay sentimientos. Y un deseo infinito de estar con vos. A veces pienso ¿será obsesión? Pero no lo es, éste es el sentimiento más fuerte, más grande y más puro que habitó alguna vez dentro mío, es AMOR. Amor por vos.
Y no te entiendo, siempre me sorprendés y a la vez ya me acostumbraste a esa personalidad lastimera que tenés. A veces amor, otras odio. A veces felicidad, otras tristeza. Rencor, bronca. Sensaciones de mierda que estoy cansada de sentir. Y vos no querés ver que es lo que pasa. Sí, algo cambió, acá lo tenés...
No hay nada que te llene, que te complete, que te conforme, siempre falta, nunca alcanza. Quizá me saque la vida en un acto de amor y sigas odiándome por dejarte sólo. Un ejemplo demasiado extremo, vamos con uno más real: puedo hoy estar aguantando el peor dolor, sacando fuerzas de ya no se donde, poniendolé la mejor cara a la tormenta, soportando el peor trastorno alguna vez ocurrido en mi cabeza, queriendo hacerlo a un lado y eso jamás vas a saber valorarlo. Y entonces pienso, ¿No soy yo, sos vos?¿No sos vos, soy yo? ¿Seré yo el problema? ¿Yo, la inútil? ¿Yo, la que no sabe amar? Pero mi orgullo, mi pequeño orgullo, mi amor, ese que te encargaste de destruirme, hace sentirme así, orgullosa de quien soy, orgullosa de lo que di y de lo que doy, y no creo ser yo quien falló. Y ahí es donde no me arrepiento de nada, acá todo cobra sentido y le da sentido a mi vida. Acá es donde aprendí a amar, a pelear, a odiar, a salir a buscar lo que quiero, a morirme y a resucitar, a sufrir y a valorar. Acá, con vos, aprendí a vivir. ¿Sabés algo? Yo creía que entendía la vida, y me llevaba el mundo por delante... pero me choqué contra la pared, contra un espejo me choqué. Pero ahora sí, ahora estoy empenzando a entenderte mi querida amiga. Y hoy creo que se trata de esto, de sufrir para aprender, de amar para aprender, de equivocarse para aprender...
Ahora pienso, si todo esto te enseña, ¿porqué no aprendés?
Esto es enfermizo, adictivo, lastimero. No puedo escaparme, no quiero escaparme. Me gusta sufrir, me gusta amarte. Y estás cerca, estás lejos, estás feliz, estás mal, me amas, me odias, querés seguir, querés frenar. Yo me pregunto porque terminás siendo tan inalcanzable y yo acá, conformandomé con nada, con "la limosna de ese rey que te hice creer que sos" (una frase de abzurdah que llevo en mi piel, es muy real). Buscando donde habrá escondido algo que me llene, algo que me de un poquito de alegría, y es así que me alcanza con tenerte cerca un ratito, con sentirte mio.
Quisiera saber tu verdad, quisiera que sepas la mia. Decirte que te odio, que te desprecio, que te creo la peor persona que habita el mundo, que a veces quisiera que desaparezcas, que antes cuando se me caía una pestaña y pedíamos un deseo pedía que me quieras siempre, hoy pediría que desaparezcas sin dejarme ninguna huella de dolor. Y sin embargo, a pesar de todo eso, te amo... y ese sentimiento es más grande que cualquier otro, y ese amor me hace pedirle a Dios que no nos separe más, y esta locura hace que me vuelva la peor idiota del mundo, y ese te amo es el que me que da vida cada vez que sale de tu boca.